1 D ios mío, ¡escucha mi clamor! ¡Atiende mi oración!
Oye, oh Dios, mi clamor; atiende a mi oración.
2 ¡ Clamo a ti desde los confines de la tierra, pues ya mi corazón desfallece! Llévame a una roca más alta que yo,
Desde los confines de la tierra te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca que es más alta que yo.
3 p orque tú eres mi refugio, ¡eres fuerte torre que me protege del enemigo!
Porque tú has sido refugio para mí, torre fuerte frente al enemigo.
4 Y o habitaré en tu templo para siempre; bajo la sombra de tus alas estaré seguro.
Que more yo en tu tienda para siempre; y me abrigue en el refugio de tus alas. (Selah )
5 T ú, Dios mío, has escuchado mis votos, y has dado a los que temen tu nombre la tierra que les prometiste.
Porque tú, oh Dios, has escuchado mis votos; tú me has dado la heredad de los que temen tu nombre.
6 A l rey le has concedido más días de vida, y vivirá sus años de una a otra generación.
Tú añadirás días a los días del rey; sus años serán como muchas generaciones.
7 S iempre reinará delante de ti, Dios nuestro, protegido por tu misericordia y tu verdad.
El reinará para siempre delante de Dios; concéde le misericordia y fidelidad para que lo guarden.
8 Y yo, siempre cantaré salmos a tu nombre, y todos los días te cumpliré mis votos.
Así cantaré alabanzas a tu nombre para siempre, cumpliendo mis votos día tras día.