T he magicians of Egypt did the same thing with their enchantments; and Pharaoh’s heart was hardened, and he didn’t listen to them; as Yahweh had spoken.
Pero los magos (sacerdotes adivinos) de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos (ciencias ocultas). El corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.
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