P or eso tú, Señor, observaste nuestra maldad y la hiciste volverse contra nosotros, porque tú, Señor y Dios nuestro, eres justo en todo lo que haces, y nosotros no obedecimos tu voz.
Por tanto, el Señor ha estado guardando esta calamidad y la ha traído sobre nosotros; porque el Señor nuestro Dios es justo en todas las obras que ha hecho, pero nosotros no hemos obedecido su voz.
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