¡ Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes! Con tus ojos verás a Jerusalén, casa tranquila, tienda que nunca será desarmada, cuyas estacas jamás serán arrancadas, y cuyas cuerdas jamás serán rotas.
Contempla a Sion, ciudad de nuestras fiestas señaladas. Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, Tienda que no será plegada, Cuyas estacas no serán arrancadas nunca más, Ni rotas ninguna de sus cuerdas.
Continue reading Report error