B ehold, as the eyes of servants look to the hand of their master, and as the eyes of a maid to the hand of her mistress, so our eyes look to the Lord our God, until He has mercy and loving-kindness for us.
He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor, como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios hasta que se apiade de nosotros.
Continue reading Report error