E falou ao homem vestido de linho, dizendo: Vai por entre as rodas giradoras, até debaixo do querubim, enche as tuas mãos de brasas acesas dentre os querubins, e espalha-as sobre a cidade. E ele entrou ã minha vista.
Y el Señor le dijo al hombre vestido de lino: “Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárce los sobre la ciudad.” Y el hombre entró ante mis ojos.
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