1 D ios nuestro, tú nos has desechado; en tu enojo, nos has dejado sin defensas. ¡Vuélvete ahora a nosotros!
Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros.
2 H iciste que temblara, y hendiste la tierra; ¡rellena sus fisuras, porque se desmorona!
Hiciste temblar la tierra, la abriste; sana sus fracturas, porque titubea.
3 H as hecho que tu pueblo presencie el desastre; nos has hecho beber un vino que aturde.
Has hecho ver a tu pueblo duras cosas; nos hiciste beber el vino de temblor.
4 H as dado a tus fieles la señal de retirada para que se libren de las flechas enemigas.
Has dado a los que te temen bandera que alcen por la verdad. (Selah.)
5 ¡ Sálvanos con tu diestra! ¡Respóndenos! ¡Así se salvará tu pueblo amado!
Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme.
6 E n su santuario, Dios ha sentenciado: «Con gran alegría fraccionaré Siquén y dividiré en parcelas el valle de Sucot.
¶ Dios pronunció en santidad; yo me alegraré; partiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
7 G alaad y Manasés me pertenecen, Efraín es un yelmo en mi cabeza, y Judá es un cetro en mi mano.
Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá, mi legislador;
8 M oab es la vasija en que me lavo, sobre Edom arrojaré mis sandalias, y sobre Filistea proclamaré mi victoria.»
Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi zapato; triunfa por razón de mí, oh Filistea.
9 ¿ Y quién me dará entrada en Edom? ¿Quién me hará entrar en esa ciudad amurallada?
¿Quién me llevará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me llevará hasta Idumea?
10 ¿ No eres tú, mi Dios, quien nos ha desechado? ¿No eres tú quien ya no sale con nuestros ejércitos?
Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado; y tú, oh Dios, que no salías con nuestras armadas.
11 B ríndanos tu apoyo contra el enemigo, pues vana resulta la ayuda de los hombres.
Danos socorro contra el enemigo, que vana es la salvación de los hombres.
12 P or ti, Dios nuestro, haremos proezas; ¡tú harás morder el polvo a nuestros enemigos!
En Dios haremos ejército; y él hollará nuestros enemigos.